Según el diccionario de la Real academia española es la Remisión o condonación de una deuda, remisión de la ofensa recibida, que extingue la pena en los delitos perseguibles a instancia de parte.
La Biblia ve el perdón como doctrina distintiva del cristianismo y expresión de una experiencia espiritual. Presupone tres cosas: (1) que el hombre ha pecado; es decir, ha infringido la ley de Dios (Pecado); (2) que ha reconocido su falta y está arrepentido (Marcos 1.4) y (3) que Dios, en su amor y en su gracia, ha remitido la culpa y ha puesto el medio para que el hombre reciba el perdón. “El perdón viene a ser, entonces, la fuerza poderosa que remueve el obstáculo espiritual y hace posible que la criatura humana se reconcilie y restablezca su amistad con Dios”. No hay persona que pueda escaparse de las ofensas, por lo que en algún momento de su vida tendrá que enfrentarse con la decisión trascendental de perdonar o no.
En conclusión, toda falta de perdón comienza con una ofensa, y si no sabemos como actuar ante ella inmediatamente, de esa pequeña semilla puede llegar a formarse un gran árbol, cuyo final es el odio.; recuerde que el perdonar no está basado en un sentimiento, sino en una decisión, pues cada uno de nosotros debemos aprender y estar listos para perdonar de todo corazón, pues de lo contrario nos estaremos enfrentando a graves consecuencias con Dios. Además, si deseamos una vida llena de victoria, de gozo y de paz debemos tener el perdón como un estilo de vida. La Biblia dice en Mateo 6.14-15: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.